¿Qué son los problemas perversos en el entorno familiar y por qué son tan difíciles de resolver?
En este artículo vamos a hablar de los problemas complejos que surgen en la familia y por qué son tan difíciles de solucionar. Estás leyendo la newsletter de Brain&Soul.
Definición:
Los problemas perversos son aquellos que no tienen una solución única o directa debido a la complejidad interconectada de los factores que contribuyen a la situación.
En el entorno familiar, un ejemplo de problema perverso podría ser los problemas relacionados con los roles familiares, donde las expectativas culturales y sociales, así como las diferencias individuales de personalidad y estilo de vida, contribuyen a la complejidad del problema.
¿Suena demasiado teórico?
Veamos el ejemplo de los roles familiares, desde la perspectiva de los problemas perversos para entender mejor sus características
Sabemos que los problemas que surgen en los roles familiares son muy complicados de resolver, debido a que son multidimensionales y están compuestos por múltiples factores que pueden incluir cosas como la cultura, la economía, el entorno, las creencias y la personalidad de cada miembro de la familia.
Por ejemplo, si una familia tiene problemas para dividir las tareas domésticas, puede haber muchos factores que contribuyan a ese problema. Quizás la cultura en la que crecieron los miembros de la familia tiene expectativas diferentes para hombres y mujeres en cuanto a las tareas domésticas. O tal vez algunos miembros de la familia trabajan largas horas y no tienen tiempo para las tareas del hogar. Quizás algunos de los miembros de la familia tengan habilidades diferentes que los hagan más aptos para realizar ciertas tareas.
Otro ejemplo de un problema en los roles familiares sería la presión que algunos miembros de la familia sienten para seguir una determinada carrera o profesión. ¿De dónde viene esta presión? Podría venir de la cultura, las expectativas de los padres, o la necesidad de mantener una cierta posición social. La presión para seguir una determinada carrera puede tener un impacto en la dinámica familiar, ya que algunos miembros pueden sentirse marginados o ignorados si no cumplen con las expectativas.
Otra característica de los problemas complejos es que son profundamente cualitativos, involucran valores humanos y dinámicas sociopolíticas profundamente arraigadas.
Por ejemplo, si una familia tiene problemas con la forma en que se trata a las mujeres en la familia, o miembros de la familia que tienen ciertas discapacidades o enfermedades; este problema puede estar profundamente arraigado en la cultura y la sociedad en la que viven. La idea de que las mujeres deben ser sumisas o deben desempeñar ciertos roles en la familia, o el asociar enfermedad mental o física a una discapacidad para desarrollarse y aportar al entorno familiar puede estar tan arraigada en la cultura que puede ser difícil cambiar esta dinámica. Este problema es profundamente cualitativo ya que está basado en valores y creencias culturales, no en hechos objetivos.
Además, estos problemas tienen muchas interconexiones e interdependencias profundas, lo que significa que los problemas que surgen en la dinámica familiar pueden estar conectados entre sí y pueden afectar a otros aspectos de la vida familiar que de entrada no parecerían estar relacionados. Cuando hablamos de interrelación, es importante entender que estas se pueden dar en los planos micro, meso y macro, dependiendo de la perspectiva y el enfoque que se adopte.. ¿Qué queremos decir con ello?
En términos generales, la relación micro se refiere a los aspectos específicos y detallados de un problema, mientras que la relación macro se refiere a los aspectos generales y sistémicos del mismo.
Nivel micro: En este nivel se pueden identificar problemas específicos en la dinámica familiar, como las discusiones entre los padres, la falta de comunicación entre los miembros de la familia, la falta de límites claros para los hijos, entre otros.
Nivel meso: En este nivel se pueden identificar factores sociales y culturales que influyen en la dinámica familiar, como el estrés laboral de los padres, la influencia de la tecnología en la comunicación familiar, la presión social para mantener una imagen perfecta de la familia, entre otros.
Nivel macro: En este nivel se pueden identificar factores sistémicos que influyen en la dinámica familiar, como la falta de políticas públicas que apoyen a las familias en situaciones difíciles, la precariedad laboral y económica que afecta a muchas familias, la falta de acceso a servicios de salud mental para las familias, entre otros.
Por tanto, las interdependencias se podrán dar dentro aspectos del mismo nivel, o de diferentes niveles de enfoque, lo que dificulta enormemente, entender las relaciones entre ellos.
Además, por otro lado, los sistemas en los que se generan estos problemas perversos son no lineales. La no linealidad es una de las cualidades que hacen fascinantes estos problemas, en parte, quizás, por la tendencia reduccionista con la que tendemos a enfrentarlos.
Esto se refiere a la idea de que los cambios en un aspecto de la vida familiar pueden tener efectos impredecibles en otros aspectos de la vida familiar. Veamos algunos ejemplos, algunos son más predecibles que otros, pero todos conservan esa característica que no relaciona causa-efecto de una forma directa.
Los cambios en la estructura de la familia, como la llegada de un nuevo miembro de la familia o la separación de un miembro, pueden tener un impacto impredecible en las dinámicas familiares y afectar los roles familiares.
La falta de comunicación en la familia puede llevar a la acumulación de resentimientos y problemas no resueltos, lo que puede explotar de repente en una crisis familiar.
La influencia de factores culturales y religiosos puede ser no lineal en los roles familiares, donde las expectativas culturales y religiosas pueden entrar en conflicto con los valores y expectativas individuales de los miembros de la familia.
Los cambios en la economía y la política pueden tener un impacto no lineal en los roles familiares, donde las políticas gubernamentales y los cambios en el mercado pueden afectar la estabilidad financiera y emocional de la familia, o en el acceso a servicios de salud, educación y vivienda.
Los cambios en la tecnología y la comunicación pueden tener un impacto no lineal en los roles familiares, donde la influencia de la tecnología y las redes sociales pueden cambiar la forma en que los miembros de la familia se comunican y se relacionan entre sí.
Tengamos en cuenta un último aspecto clave: Los problemas perversos son dinámicos, cambian en el tiempo. Esto tiene dos implicaciones, enunciadas de forma sencilla:
Lo que hoy funciona, mañana puede dejar de hacerlo.
La gran mayoría de soluciones no tienen un impacto inmediato, por lo que puede que cuando surtan efecto, el problema puede que sea distinto, y la solución, inadecuada.
Esto, habitualmente se debe a las características de autoorganización y emergencia de los sistemas complejos, algo que da para otra entrada en el blog.
Enfrentar problemas perversos, o complejos, es un desafío en sí mismo, ante el cual, algunas personas se sienten agobiadas y pueden optar por negar su existencia o simplemente rendirse, lo que puede llevar a no hacer nada.
Otra respuesta que no suele funcionar es tratar de simplificar un problema complejo de diferentes maneras:
Describir un problema relacionado o un subproblema que se pueda resolver y declarar que ese es el problema
Establecer metas específicas y cuantificables para evaluar si la solución es efectiva, sin embargo, es posible que esto solo esté trasladando el problema a otro lugar sin resolverlo por completo.
Soluciones que recuerdan en cierto modo, la teoría del caballo muerto, regalo de la sabiduría de los indios Dakota, y que Aunque las soluciones simplistas pueden parecer atractivas a corto plazo, a largo plazo suelen fracasar, haciendo que el problema original vuelva de una forma diferente o incluso empeorar debido a la propia solución simplista.
Para afrontar estos problemas, es útil aplicar el pensamiento sistémico e integrar diferentes perspectivas y dimensiones. Al ver el sistema como un todo, podemos identificar las restricciones centrales del problema. También es importante considerar diferentes puntos de vista y trabajar para entender las distintas perspectivas.
Comunicación: Para lograr un cambio efectivo en la familia, es esencial que haya una comunicación abierta y efectiva entre los miembros. La comunicación debe ser respetuosa, clara y directa para entender las necesidades, deseos y preocupaciones de cada uno.
Valores y creencias: Los valores y creencias de la familia pueden influir en cómo se aborda el problema en cuestión. Es importante identificarlos y respetarlos, y considerar cómo contribuyen al problema para abordarlo adecuadamente.
Participación activa: Para lograr un cambio efectivo, cada miembro de la familia debe participar activamente en la resolución de problemas. Es fundamental que todos se sientan valorados y considerados.
Enfoque en soluciones: Es importante enfocarse en encontrar soluciones para el problema y no en buscar culpables. Trabajando juntos se pueden encontrar soluciones que satisfagan las necesidades de todos.
Acompañamiento profesional: En ocasiones, la intervención de un profesional capacitado puede ser necesaria para abordar los problemas en la familia. Los terapeutas y mediadores familiares pueden proporcionar apoyo y orientación en el proceso de resolución de problemas.
Un aspecto clave para plantear soluciones es el espacio alrededor de los elementos del sistema. Si vemos la familia desde la perspectiva de la teoría de redes, la podremos entender cómo una red de relaciones interconectadas entre sus miembros. Esta red se caracteriza por la presencia de vínculos afectivos, sociales y económicos que permiten la comunicación, el intercambio de información y el apoyo mutuo entre sus integrantes (lo que en conjunto se denominan conexiones o nexos).
En esta teoría, se considera que cada miembro de la familia (a los que denominados nodos) tiene un rol y una posición específica dentro de la red, y que su comportamiento y acciones están influenciados tanto por las relaciones que mantienen con los demás miembros como por las normas y valores compartidos por el grupo familiar.
Una visión más tradicional apuntaría a realizar cambios focalizados en los nodos, mientras que un enfoque más sistémico optaría por favorecer entornos que favorezcan la emergencia (entendida como generación) como vía de cambio holístico del sistema familiar.
En la siguiente entrada del blog hablaremos sobre la emergencia y autoorganización en sistemas complejos como las dinámicas familiares. También profundizaremos en la importancia del espacio alrededor de los nodos de una red y cómo esto influye en el comportamiento y acciones de los miembros de la familia. ¡No te lo pierdas!
Si te ha gustado esta entrada del blog y no quieres perderte las próximas, ¡suscríbete ahora para recibir actualizaciones!
Si te ha resultado útil este contenido, te invitamos a compartir nuestra newsletter de Brain&Soul con alguien que pueda beneficiarse de ella. Nuestra misión es difundir información valiosa para mejorar la salud mental y el bienestar en la vida cotidiana.